Conoce los mitos sobre la esterilización
La esterilización de un perro es una operación de rutina en la que se extraen los órganos reproductores de tu perro. En el caso de los machos se realiza la extirpación de los testículos, mientras que en el de las hembras, además de los ovarios, se puede extraer también el útero.
La esterilización de los machos recibe también el nombre de castración.
Dentro de los mitos más comunes están:
1.- Las hembras es que deben tener una camada al menos una vez en la vida.
Realidad: Las hembras esterilizadas antes del primer celo tienen menos probabilidad de desarrollar cáncer de mama, útero u ovarios.
2.- La esterilización cambia el carácter, mi perro se volverá menos activo.
Realidad: El único cambio que tendrá es que se volverá más equilibrado.
3.- La cirugía conlleva muchos riesgos.
Realidad: Es una de las intervenciones más rutinarias, sencillas y rápidas que se hacen a diario y con una tasa de accidentes mínima en todas las clínicas del mundo.
4.- Conlleva posteriores complicaciones en su salud.
Realidad: Los animales no esterilizados tienen mayor riesgo de padecer tumores y, en caso de las hembras, complicaciones por el parto o riesgo a desarrollar cáncer.
Tu perrito debería alcanzar la madurez sexual alrededor de los 6 o 7 meses de edad, pero esto puede variar en función de su raza. Para evitar gestaciones imprevistas de tu mascota, lo mejor es que la esterilices antes alcanzar esa edad.
Algunos veterinarios prefieren esperar a que los perros pasen su primer celo antes de esterilizarlos. Esto puede resultar complicado porque sólo los pueden esterilizar 3 meses después de que su celo haya finalizado y durante ese tiempo deben vigilarlos.
Los beneficios de la esterilización canina para la salud se reducen a medida que aumenta la edad del perro, por lo que se recomienda proceder a la esterilización lo antes posible.
¡Ahora ya lo sabes!