La coprofagia, el término técnico para el hecho de comer heces, es una conducta muy frecuente en los perros. Nadie está del todo seguro de por qué los perros lo hacen, pero hay un par de posibles razones.
1.- Curiosidad: Los perros interactúan con el mundo a través de sus bocas, les encanta masticar juguetes o huesos. Puede parecer extraños, pero comer heces, para tu perro puede ser simplemente una manera de examinar algo que le interesa.
2.- Cachorros confundidos: Pasa cuando no están seguros de dónde les está permitido hacer sus necesidades y dónde no. Asustados porque posiblemente hayan hecho algo mal, intentan “destruir las pruebas”. Este tipo de conducta de limpieza también ocurre en perros adultos dentro de la casa.
3.- Deficiencia de la dieta: Una de las teorías más comunes de por qué los perros se comportan de esta manera es que estan compensando las deficiencias de su dieta. Las heces de los hervívoros pueden aportar vitaminas que no forman parte de la dieta habitual.
¿Cómo lograr que deje de hacerlo?
La mejor solución para tratar la coprofagia en general, es ser amable pero firme en los intentos de disuadir a tu perro y sobre todo, ser consistente en la disciplina.
O simplemente intentar recoger las heces en cuanto tu perro haya hecho sus necesidades.
La buena noticia es que comer heces, no le hará daño. La mala noticia es que es algo sucio y le causa peor aliento. Ademas, si tu perro come heces de otros animales existe el riesgo de adquirir parásitos.
¡Ahora ya lo sabes!